La brujita buena
La Brujita Buena
Que buena era la brujita Carmencita.
Carmencita era la unica brujita que intentaba que las brujitas
malas, Julieta, Panchita y Dorotea, que eran sus hermanas, se
portaran mejor.
Pero no, no servia de nada.
Las tres hermanas se dedicaban a esconder los libros de los
niños, a motivarlos a comer muchos dulces, y a hacerles pelear.
Las brujitas malas reían y reían al ver a los niñios peleandose
y echándose la culpa los unos a los otros por aqûel libro
perdido, por aquel libro roto, o por que Ie habían pegado con la pelota
por la espalda.
Pero eran ellas y no los niñios los que cometían tales
travesuras !
- Que debo hacer? pensaba Carmencita, con su gorrito muy
largo rosado, y su vestidito vaporoso verde y amarillo, despeinada de tanto
correr de un lado a otro siguiendo a sus hermanas, las brujitas
malas, tan malas que la hacfan rabiar.
Hasta que un día les dió una cucharada de su propia medicina.
- A ver, a ver. Ya está tengo una ideal genial.. ..
Mientras Julieta, Panchita y Dorotea dormían, Carmencita
Escondió sus sombreros y sus varitas mágicas, y las escondió en un
armario muy viejo que hace tiempo no abrfan. Se acostó en su camita y se hizo la dormida.
Cuando se despertaron sus hermanas y fueron a ponerse sussombreros
y a recoger sus varitas mágicas, no las encontraron.
Como sabfan que Carmencita no hacía esas cosas, sospecharon las unas
de las otras y comenzaron a pelear. ..
- Julieta, donde está mi sombrero. ,
lj
- Y como voy a saberlo yo! dónde está mi varita mágica? tu la
tienes! lo sé
- Dorotea, tu tienes mi sombrero? preguntaba Panchita muy
enojada
En eso vieron a Carmencita riéndose muy divertida.
Se levantó de su cama y abrió la puerta del armario y para
sorpresa de todas,
Carmencita les mostró sus varitas y sus largos sombreros.
Las tres muy apenadas conversaron sobre su comportamiento, y se dieron cuenta
del mal que Ie habian hecho a los niños al hacerles pelear sin
razón.
Unieron sus manitas y decidieron ser como Carmencita desde
ese momento.
- Gracias Carmencita, dijeron las tres al mismo tiempo.
-A su orden, contestó Carmencita muy orgullosa.
FIN